Dentro de mi carrera, me ha tocado negociar con empresas poco éticas y que tienen como consigna aprovecharse de los proveedores o de los empleados para lograr por lo menos en el corto plazo, maximizar el resultado económico. Empresas a las que no les importa destruir compañías pequeñas que sean sus proveedores, porque simplemente no pueden afrontar las demandas de ahorros en costos o los plazos de pago. Compañías que adquieren otras empresas utilizando el dinero de sus proveedores mediante plazos de pago ridículos. Empresas que tampoco tiene ningún respeto por sus empleados y que, en el afán de ahorrar, llegan a los límites de ni siquiera poner papel higiénico en los baños.
Empresas que presumen de ser sustentables y ayudar a la comunidad, pero en realidad son lo que podríamos llamar candil de la calle y oscuridad de su casa o bien simplemente….. hipócritas. Empresas que promueven este tipo de comportamientos entre sus empleados ofreciendo jugosos bonos a cambio de lograr los resultados económicos a como dé lugar, propiciando que sus ejecutivos busquen pasar sobre cualquiera con tal de lograr estos resultados en el corto plazo, pues saben que lográndolos en unos pocos años podrían incluso retirarse de la empresa.
Esto me hace reflexionar sobre el verdadero sentido y el objeto social de una empresa. Las empresas claro está, debe ser rentables para que puedan seguir existiendo en el largo plazo y es lícito que los accionistas obtengan rendimientos de ellas, puesto que están exponiendo su dinero su trabajo y su capacidad. Sin embargo, las empresas están también para ofrecer productos o servicios que mejoren a la sociedad y la vida de las personas. Están para permitir que sus empleados se desarrollen y crezcan sus capacidades y su potencial dentro de ellas. Son una forma de que las personas y sus familias se provean el sustento de una manera honrada y honesta. ¿Existen este tipo de empresas? Afortunadamente si, aunque también sobre todo en lo que podríamos llamar las Grandes Ligas, existen muchas empresas del primer tipo que mencione. Por supuesto que estas empresas (las primeras que mencioné) les importa muy poco lo que yo pueda pensar o escribir en este artículo. Lo que sí les importa es que sus ganancias disminuyan, o que los consumidores dejen de preferir sus productos. Es aquí donde tú y yo podemos hacer la diferencia. A veces los Baby Boomers o los que somos generación X criticamos a los Millennials porque tienen un sentido más profundo que nosotros para elegir los productos o servicios que consumen. Pero he de reconocer que a este respecto están más avanzados que nosotros ¿Qué podemos hacer tú y yo? Simplemente preferir los productos de las empresas que se comportan éticamente, que tratan bien a sus empleados, que realmente ofrecen productos y servicios que mejoren la sociedad y que se preocupan por el bienestar de los que los rodean. Además de evitar consumir productos de empresas que apoyan causas que van en contra de nuestros valores. Como ejemplo, te comparto que evito todo lo que puedo el consumir productos de una conocida cafetería, desde que supe que apoya a una organización abortista, con la cual no comulgo. Todos quizá sabemos que existen buenas empresas, éticas y que generan mucho bien a la sociedad, lo que nos hace falta es darlas a conocer. Muchas veces estas empresas son pequeñas y no tienen el poder económico de las del primer tipo que hablé para ser reconocidas, pero hoy, las redes sociales nos permiten ayudar a que estas crezcan cada vez más. No se trata de recibir un premio, ni de ostentarse como una empresa muy responsable, se trata de realmente vivirlo, de que tus empleados sean tus principales promotores porque están contentos de trabajar en tu empresa, que se hable de ti como una empresa ética, seria y que realmente hace bien a la sociedad. Te invito a que como consumidor hagamos la diferencia y privilegiemos a este tipo de empresas sobre las otras.
Quiero aclarar que no todas las grandes empresas o transnacionales son del primer tipo que mencioné, hay empresas en este ramo que son muy éticas y comprometidas, pero ciertamente hay otras que guían su trabajo por la más cruda avaricia. Los cambios empiezan con pequeños pasos ¿Quieres cambiar tu sociedad? cuida lo que consumes y estarás haciendo un bien a los demás y en la cadena económica generando un bien para ti mismo.
Te invito a compartirnos en tus comentarios empresas de cada tipo, para privilegiar como consumidores a las empresa éticas y responsables.
Un abrazo.
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