Aunque la mayoría de las personas a la que hago está pregunta suelen decirme que si lo tienen, puedo apostarles que en la realidad ese “presupuesto” es generalmente una idea vaga sobre cuánto pueden gastar o cuanto están gastando, sin embargo un buen presupuesto no se limita a saber cuánto gasté el mes pasado, tiene más que ver con establecer objetivos financieros de corto y largo plazo, con identificar en que cosas estamos gastando el dinero y establecer objetivos de ahorro e inversión así como formas de control de nuestros gastos.
Solo como una referencia breve, les comento que, en base a información de la encuesta nacional de inclusión financiera de México en 2015, aunque el 76 % de los mexicanos declaramos que ahorramos, solo el 44 % podría con esos ahorros afrontar un imprevisto equivalente a un mes de sueldo. Es decir, todos decimos que ahorramos, pero la verdad es que ahorramos muy poco (nuestro ahorro acumulado es menor a el equivalente a un mes de sueldo) y lo peor es que de lo que ahorramos los Mexicanos, la mayoría es para usarlo más adelante como gasto corriente (37 %) o en fiestas y vacaciones (9 %). Solo el 3.4 % ahorra para invertir.
En la dinámica personal y familiar, normalmente vamos manejando los gastos “como se nos presentan” pero pocas veces hacemos un análisis de cómo y en que gastamos. Quiero aclarar aquí que tener un presupuesto familiar no debería de arrancar por decir cuanto debo gastar. Esto, aunque útil, suele ser muy restrictivo y no incentiva a que queramos ahorrar e invertir. Un buen presupuesto debería partir de nuestros sueños y metas ¿Qué queremos como familia hacer o logar en lo económico? ¿En qué plazo? Ya que cuando le damos sentido y un porqué al establecer un plan de ahorro e inversión, entonces es más fácil que seamos disciplinados.
Una vez teniendo nuestras metas hay que ver qué necesidad de dinero se tiene para esos planes y cuanto en nuestro ingreso presente debemos asignar a nuestro plan de ahorro e inversión, para lograr dicha meta. El problema es que normalmente lo hacemos al revés. Ponemos cuanto “necesitamos” para mantener nuestro nivel de vida (del cual muchas veces somos esclavos como te he compartido en un artículo anterior) y luego de lo que nos sobra ahorramos sin saber exactamente si lograremos el sueño o no. En vez de eso necesitaríamos definir cuanto es el gasto que podríamos hacer para llegar al plan y hacernos una pregunta muy sincera ¿Cuánto vale para mi este sueño? ¿Estoy dispuesto(a) a sacrificar ciertos gastos para llegar a él?
Si queremos llegar a nuestro sueño y tener un patrimonio y estabilidad financiera necesitamos comprender y dominar algunos principios. Tomaré prestada información de Rober Kiyosaki, autor del libro “Padre Pobre Padre Rico” para ilustrarte algunos de ellos:
1.- Activo: Es todo aquello que nos pone dinero en el bolsillo como rentar una propiedad, un fondo de inversión, hacer a otro un préstamo en el que cobres intereses etc.
2.- Pasivo: es todo aquello que te quita dinero del bolsillo como pagar una renta, un sistema de TV por cable, el pago de un club deportivo etc.
Para poder tener independencia financiera y un patrimonio que nos permita cumplir sueños sin hipotecar nuestro futuro (como sería comprarlos a crédito que es lo que mucha gente hace) debemos dar prioridad a adquirir activos. En otro artículo te he hablado ya de manera más detallada sobre el flujo de caja de los ricos, los pobres y la clase media y porqué los ricos se hacen cada vez más ricos (ver liga abajo).
Para poder entonces cumplir tus sueños debes definir que base de activos tienes que crear. Ya que estos son los que te estarán dando el dinero necesario para una ancianidad tranquila, para cumplir tus sueños y alcanzar independencia financiera. Y cuidar de no cargarte de pasivos innecesarios (como muchos planes de meses sin intereses).
El presupuesto diario cumple una función muy importante no solo como mecanismo de control sino sobre todo para darte cuenta de dos de los grandes obstáculos para alcanzar tu nivel de ahorro e inversión adecuados: El gasto hormiga y el gasto superfluo.
Hablando de gasto hormiga, déjame proponerte el siguiente ejemplo: si tu fumas y gastas 45 pesos diarios en una cajetilla de cigarros ¿Qué pasaría si en lugar de gastarlo lo invirtieras a una tasa moderada (2 % anual)? Que a la vuelta de 20 años tendrías 385,966 pesos. No estoy metiendo aquí la inflación, pero siempre hay que considerar cuando inviertas la tasa real (por arriba de inflación) para hacer tus planes.
Los gastos superfluos también dañan fuertemente tu disponibilidad de ahorrar e invertir. Simplemente compara cuanto cuesta una copa de licor en un restaurante con lo que cuesta si compraras el mismo licor en casa. Aunque como decía una vez un participante en uno de mis seminarios “En la casa no sabe igual” la verdad es que casi te cuesta casi lo mismo una copa en el restaurante que una botella en tu casa. No quiero decirte con esto que no vayas a los restaurantes, simplemente que seas consiente de esto y que tengas moderación.
El presupuesto y el seguimiento a los gastos es una excelente herramienta para ver en que estás gastando tu dinero y si podrías hacerlo más inteligentemente o simplemente saber en qué te lo gastas, pues hay mucha gente que simplemente llega al final de la quincena y no tiene ni idea de donde quedó el dinero que recibió la quincena anterior.
¿Toma tiempo seguir y hacer un presupuesto? Por supuesto, lo que vale la pena toma tiempo, pero hay formas simples. Una que a mí y a mi esposa nos funciona muy bien es tener un chat de WhatsApp con los gastos e ir haciendo cierres diarios. Quitando los gastos fijos de colegiaturas y otras cosas y quitando el presupuesto de gastos personales del mes, puedes definir cuanto puedes gastar por día. No quiere decir que solo te gastarás eso en un día y si surge algo más que comprar tendrás que decir “No, tengo que esperar hasta mañana” sino que es una forma de ir viendo como vas a lo largo del mes (arriba o abajo en “x” cantidad) e ir ajustando si es necesario.
Una recomendación importante es cubrirte en tu presupuesto para imprevistos. No vendo ningún tipo de seguro, pero te puedo decir por experiencia propia que es muy inteligente establecer un presupuesto para pago de seguros que te protejan de eventualidades.
Lo más enriquecedor de hacer un presupuesto familiar no es controlar tu gasto (que eso ya es de por sí bueno) sino el proceso de comunicarte como pareja o familia, definir metas, plazos y ponerse de acuerdo sobre cómo manejar el dinero más inteligentemente.
Una última experiencia: existe un poderoso mito que se refiere a encontrar la inversión perfecta porque casi todos nos queremos volver ricos rápido y con poco esfuerzo. En mis seminarios una pregunta recurrente es “¿en que invierto?” y muchos están buscando inversiones que les den el 30 o el 60 % anual para en unos años tener mucho dinero. Esta es una de las razones por las que muchos sin conocimiento entran a la bolsa tratando de amasar grandes fortunas de la noche a la mañana. Las estadísticas hablan: es muy raro quien lo logra y aún grandes expertos suelen tener un promedio muy cercano simplemente a los índices de bolsa como el S&P. Creo que el secreto está más en el auto control y la planeación. Esto es una carrera de resistencia más que de velocidad. Recuerda que Rico no es quien gana más dinero sino quien tiene una base tal de activos que le permite ser independiente financieramente. En otras palabras: es más efectivo ser disciplinado y constante en tu inversión que andar buscando las inversiones maravillosas de alto rendimiento. Trabajo y economía son la mejor lotería.
Y más importante es disfrutar el proceso: recuerda: “el dinero es un medio, una idea, no un fin en si mismo” tu presupuesto debe contemplar buscar tu plan de inversión, pero a la vez disfrutar del dinero y ayudar a los demás. Se trata de que sea feliz hoy, no ser el más rico del panteón.
Te invito a meditar en estos temas y a contactarme si tienes alguna duda.
Un abrazo.
Deja una respuesta