Compartir es invertir….. ¿En verdad será cierto?

 

Hay un poema de un filósofo Indio llamado Rabindranath Tagore, que habla sobre un mendigo que un día cruza sus caminos con un poderoso rey. El mendigo no cabe de felicidad al ver que la carroza del rey se detiene frente a él y esperando recibir una fuerte suma de dinero como limosna, queda sorprendido al escuchar del rey las siguientes palabras: ¿Podrías tú darme algo? finalmente, indignado por la pregunta, saca de su saco un grano de trigo y se lo entrega al rey. Esa noche al llegar el mendigo a su hogar y vaciar su saco encuentra un grano de oro del mismo tamaño que el que le había dado al rey…. Es noche lloró amargamente por no haber sido tan generoso (aún en su pobreza) de haber entregado todo lo que traía en su saco…..Quienes me han leído saben, que son seguidor de las ideas de Robert Kiyosaki (autor del libro Padre Pobre, Padre Rico). El mismo Kiyosaki, siendo un capitalista al 100 %, habla en su libro sobre la importancia de dar y compartir parte de tu riqueza con los demás, como una condición necesaria para poder ser rico. El incluso menciona la ley de la acción y la reacción, y que, si quieres tener dinero, debes estar dispuesto a dar “incluso antes de que seas próspero y rico”.

Yo como creyente que soy, estaba convencido de que las riquezas se deben compartir, pero en mi mente me era muy difícil entender como podría funcionar esto de dar y compartir primero si quería ser próspero y en algún momento me llegué a cuestionar si esto no era, tal cual, un chantaje hacia Dios o hacia el “universo” si no eres creyente, por pensar que simplemente por dar algo debería esperar la prosperidad. Me resultaba complicado pensar que podría chantajear a Dios diciendo “quiero esto y te ofrezco dar aquello a los necesitados a cambio”……

Un día reflexionando, creo haber dado con la respuesta del por qué, el dar y compartir en realidad representa una inversión. No se trata de un chantaje como lo planteé antes, sino se trata de una actitud de éxito o un hábito que debemos adoptar.

Te invito a realizar la siguiente reflexión:

¿Cómo puedes mejorar tú situación económica? Vendiendo más, encontrando oportunidades de negocio, posibilidades de asociarte con otras personas, creciendo en la organización en la cual trabajas etc….

Ahora: ¿con quien te es a más fácil relacionarte? ¿Con aquellas que están dispuestos a compartir contigo sus conocimientos, sus habilidades, su tiempo, hasta su buen humor o con aquellos que no lo hacen?

El mismo Steven Covey en su libro “los 7 hábitos de las personas altamente efectivas” habla de un hábito que tiene una relación fundamental con esto que te estoy comentando. En su hábito número 5, habla de la importancia de procurar “primero comprender antes de ser comprendido”, entonces si aprendemos a tomar una actitud de primero dar, de compartir lo que sabemos con los demás, de dar siempre cosas tan simples como un saludo, una sonrisa, un buenos días, un consejo cuando es solicitado etc. estamos en mejor disposición, de que los otros estén dispuestos también a darnos a nosotros. O contéstame tu ¿A quien te gustaría más promover? ¿A aquel que suele compartir contigo lo que sabe y sus capacidades? ¿A quien esta dispuesto a apoyarte en proyectos adicionales a su trabajo, aunque en estricta teoría no le toca hacerlo? ¿O a quien se limita solamente a hacer lo que le corresponde? ¿Con quien estás mas dispuesto a asociarte y a compartirle oportunidades de negocio? ¿Con quien ha compartido contigo antes algunas o con quien siempre se las guarda para sí? Creo que la respuesta es obvia…..

Entonces, podrás darte cuenta que el compartir tu tiempo, conocimientos, dinero etc. con los demás es más una cuestión de un hábito de éxito, que un chantaje para conseguir lo que se desea.

Quisiera además reflexionar sobre otro punto interesante de la fábula del mendigo y el rey ¿Por qué crees tu que el mendigo se sorprende de que el rey le pida algo a él? Porque el mendigo piensa que el rey no necesita nada porque es rico…. y muchas veces nos pasa así. Pensamos que el que tiene bienes materiales ya no necesita nada, y también pensamos que si nosotros tuviéramos bienes materiales tampoco necesitaríamos nada….. Si tienes la dicha de tener una buena situación económica quizá te preguntes porque tu esposa(o) y tus hijos son a veces demandantes contigo y se quejan de que no pasas tiempo con ellos cuando les das todo porque tienen una linda casa, un bonito auto o una buena escuela…. Sin embargo, en la realidad todos somos necesitados, algunos de cosas materiales, pero todos de cuestiones emocionales y espirituales. Todos somos necesitados de cariño, atención, respeto, comprensión o de un simple “buenos días”. Creemos muy comúnmente que los problemas se resuelven con dinero y que el que tiene dinero no tiene ninguna necesidad, pero olvidamos que como seres humanos no solo necesitamos de esos satisfactores sino de cosas más profundas como ser queridos, admirados, valorados y sentir que le importamos a alguien…. Te aseguro que tú mismo(a) necesitas eso. ¿Y como puedes conseguir eso que tanta falta te hace? dándolo tu primero…. ¿Quieres que tu esposa(o) sea mas cariñosa(o) contigo y te valore más? Empieza por tu hacerlo con ella(el) y verás los cambios. Dar para recibir como una actitud es realmente la clave.

¿No me crees? Te invito a que lo pruebes y nos compartas los resultados

Un abrazo

Si quieres ver mi video de YouTube sobre el tema puedes encontrarlo en el siguiente enlace:

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