¿La manera en que gasto/uso mi dinero aporta a mi felicidad?

Dicen que el dinero no compra la felicidad….. pero como ayuda (dicen algunos). Como ya he repetido, no podemos ser felices si no tenemos lo básico, si vivimos en pobreza extrema, con la incertidumbre de qué comeremos al día siguiente. Entonces por qué decimos que el dinero no compra la felicidad. Soy un convencido de que el dinero no compra la felicidad, pero la manera en que lo usamos contribuye de manera importante a alcanzar la felicidad.

¿Cómo se define la felicidad? No me voy a poner filosófico. Creo que es difícil de definir, pero fácil de saber en nuestro interior cuando somos o no somos felices en realidad. Decir que el tener o comprar cosas no nos hace felices sería una mentira, sin embargo, quiero apoyarme aquí en un artículo de Francisco Ugarte publicado en la revista Itsmo. En dicho artículo, él habla de tres niveles para alcanzar la felicidad verdadera: el placer, la alegría y la felicidad (o trascendencia).

El dinero puede comprar placer, si por supuesto, pero el placer es un nivel muy básico de felicidad. Normalmente quien usa su dinero para proveerse placer se sentirá vacío una vez que dicho placer se ha ido y sentirá la imperiosa necesidad de buscar un placer mayor. Es por ello que muchas celebridades con mucho dinero terminan tristemente sus vidas en una sobredosis de droga o infectados de VIH porque pretendían usar su dinero para buscar una felicidad que no está en el placer y que por más que escalen en ese camino no van a encontrar.

Un segundo nivel es la alegría, esta tiene que ver más con las experiencias y en esta dimensión empezamos a encontrar el contacto con los demás. Ciertamente es agradable vivir experiencias solos, pero lo es mucho más hacerlo con otras personas y más si son quienes amas, por tanto, gastar en experiencias con aquellos a quienes amas te ayuda a logar un nivel más alto en la búsqueda de la felicidad que simplemente apostar por el placer. Por ello he mencionado en otros artículos la importancia de invertir el dinero en crear un patrimonio emocional para tus hijos. Gastar tu dinero de esa manera ayuda sin duda a ser más feliz.

En el último nivel está una felicidad más trascendente, que tiene que ver con ser una mejor persona. Esto no se compra, pero el dinero puede ser usado inteligentemente para contribuir con este fin. Prepararte para ser una mejor persona, sobre todo en temas de valores y no solo técnicos, ayudar a quien verdaderamente lo necesita, contribuir con algo que hará mejor tu entorno y el futuro de tus hijos, son cosas que nos hacen sentirnos más plenos.

Cuando hablamos de usar el dinero para la verdadera felicidad me gusta pensar en el ejercicio que sugiere F. Covey en su libro “los siete hábitos de las personas altamente efectivas” cuando habla sobre el hábito de “empezar con un fin en mente”. Él te lleva mentalmente a tu funeral y te otorga la capacidad de escuchar lo que los demás piensan de ti cuando te ven en el féretro ¿Qué te gustaría que dijeran de ti? ¿He aquí un avaro que solo se preocupó por él mismo? ¿Para que trabajó tanto si nada se llevó, ahora sus hijos se están peleando por la herencia? ¿En su vida la pasó “bomba” claro que la disfrutó, pero ahora sus hijos y su mujer están llenos de deudas? ¿Qué bueno que ya se murió este usurero y abusivo? O bien: “Vamos a extrañar a este gran hombre/mujer que siempre se preocupó por los demás” “nunca olvidaré como me apoyó cuando estuve en un problema” “Mi papá/mamá siempre estuvo para mí cuando lo/la necesité, aunque tuviera mucho trabajo” “gracias a Dios que nos dejó bien, sin deudas y con una seguridad económica”.

Entonces lo que hagas en tu vida, sí puede marcar el rumbo de lo que realmente quieres ser, empezando por como gastas tu dinero. La clave es, aunque se oiga trillado, preguntarte si lo que gastas lo haces por verdadero amor hacia ti y hacia los demás. Si gastas pensado realmente en tu bien no vas a adquirir solo cosas por placer o vas a hipotecar tu futuro y el de tu familia con deudas, sino gastaras en cosas que realmente te conviertan en una mejor persona. No gastarás solo por tratar de presumir, de humillar a otros sino por sentirte pleno y completo, en paz contigo mismo, con Dios si eres creyente y con los demás. Buscarás gastar tu dinero para dar trabajo digno y no para abusar del que trata de venderte algo, trabajaras con honradez para ganar tu dinero limpiamente y claro tendrás derecho a usarlo en tu provecho y en el de los tuyos, pensando también en el futuro y la seguridad de quienes amas.

Parece sencillo, pero no lo es. No podemos juzgar si un gasto realmente es positivo para la felicidad de otro porque solo entendiendo con que intensión lo hace, sabremos si es bueno o no para él, pero para nosotros mismos si podemos hacernos esta pregunta ¿Cómo me gustaría que los que asistieran a mi funeral me recordaran? ¿Estoy usando mi dinero para contribuir a logar que ellos me recuerden de esa manera? Nadie va a saber o se va a acordar de cuanto dinero tuviste…. Pero si recordarán si los hiciste sentir especiales, felices o desdichados con él.

Te invito a usar esta guía y a emplear el dinero sabiamente para tu verdadera felicidad. A final de cuentas no te lo vas a llevar, solo te llevarás las experiencias y el bien que con él hallas hecho.

Otras preguntas que te pueden ayudar a reflexionar si la forma en que gastas tu dinero aporta a tu verdadera felicidad son las siguientes:

¿Hacer este gasto me hace sentir bien solo un momento y luego me deja vacío o sintiéndome culpable?

¿Después de tener este objeto se me pasará rápidamente la felicidad que me provoca y estaré buscando nuevamente otro objeto?

¿Gastar en esto le ayudará a mis hijos, mi esposa, mis familiares o a mí a ser mejor persona o a estar realmente mejor y no solo contento por un rato?

¿Lo que estoy gastando está comprometiendo la seguridad, la tranquilidad y el futuro de los que quiero?

Un punto interesante para ayudarte a ser más eficiente en la búsqueda de la felicidad en el uso del dinero es el valor de las privaciones. Privarnos de cosas tiene una razón de ser más allá del dominio de nuestra voluntad. Es lo que se puede llamar una razón económica: abstenerse de cosas hace que un bien sea escaso para ti y por tanto de acuerdo a un principio básico de la economía un bien valioso, es decir, que si me doy todos los gustos que quiera, al final algo que me gustaba mucho termina por no producirme ningún placer. Es decir, si quieres tener más felicidad en el uso de tu dinero, prívate de cosas con frecuencia y cuando puedas darte un gusto moderado de las mismas lo disfrutarás de una mejor manera.

Si quieres profundizar en este tema desde el punto de vista cristiano, te invito a leer mi artículo publicado en Catholic.net “Dinero y Felicidad ¿La manera en que uso mi dinero aporta a mi felicidad y la vida eterna? En la liga anexa

http://es.catholic.net/op/articulos/71632/dinero-y-felicidad.html

Un abrazo

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